sábado, 9 de agosto de 2014

Oscuridad total, una vez más, rabia, dolor, impotencia, mi día a día. Todo ha cambiado, todo
menos mi primer pensamiento al despertarme que sigue siendo él, todas las mañanas 
me despierto pensando en la razón de todo este drama, no entiendo que algo tan bonito haya 
terminado así, no entiendo como me han podido hacer esto las personas que prometieron
cuidarme hasta el último día de sus vidas, otra prueba más, otra dificultad que tendremos que 
superar, juntos o separados, no lo sé, no se como acabará esto, ojalá lo supiera. En este 
último mes no dejo de pensar en Paulo Coelho, según este gran escritor todos tenemos dos 
grandes amores, el primero que es el que querrás y desearás siempre y otro que es con el 
que encontrarás la calma, tal vez con el que te cases y tengas hijos, pues bien, creo que él es 
el que querré siempre, al que desearé besar todas las mañanas, con el que querré discutir
mil veces más, al que desearé ver tan solo un segundo. ¿Será verdad que encontraré la 
calma tan lejos de ti? Lo dudo ... Dudo que encuentre la calma sin tus besos cada mañana, 
sin tu sonrisa, sin tus buenos días... Y es que prefiero que mi vida sea un caos a tu lado que 
tranquila al lado de otro, es lo único que tengo claro en estos momentos. Es 
curioso la necesidad que tenemos de ser amados y de tener a la persona amada a nuestro lado, y ¿para qué? Si al final acabaremos solos, en un puto ataúd frío y sobrio. Puede ser 
que esto sea para que me acostumbre a mi final. Todos mis sueños tirados a la basura, rabia 
es poco para lo que siento y es que me pasaré el resto de mi vida deseando verle una vez más.
Que prefiero mil veces a vivir en un caos a su lado que no volver a sentir su aliento cálido, que 
quiero sentir el resto de mi vida que el corazón se me sale por la boca cuando lo tengo a 10 cm.