lunes, 11 de agosto de 2014
Cuando te alejas tanto puedes ver que es lo realmente importante en tu vida, lo que de verdad echas de menos, nunca pensé echar tanto de menos a personas que ya solo estaban de vez en cuando. Al estar un tiempo lejos te percatas de muchas cosas, como si te encontrases a ti misma y te das cuenta de que has perdido el tiempo con personas a las que pensabas que podías llamar "amig@s" o incluso "mejores amig@s" y que al final te han decepcionado o tal vez les hayas decepcionado tú a ellos por decir las cosas como son, pero también te percatas de que a pesar de todo lo malo que haya podido pasar entre esos grandes amigos nunca dejaras de quererlos o de extrañarlos. Y te pones a pensar y "joder, si es que han sido muy grandes a pesar de todo y LO SIGUEN SIENDO" lo siguen siendo porque miras atrás y los ves ahí en tus mejores momentos e incluso en los peores, puede ser que hayan tenido sus fallos, como tú y como todos, pero aún así siguen siendo muy grandes. Todo se ha acabado, es verdad, pero ojalá y pudiese volver al pasado un instante más solo para volver a vivir todos esos momentos que pasamos juntos. Luego, sigues pensando y te das cuenta de que las personas que más odiabas al principio son las que más echas de menos, lo echas de menos a él, al pesado de Madrid que apareció de repente, al que te daba el coñazo a todas horas y con el que más peleabas, era el que más odiabas y al final has acabado queriéndolo más que a ninguno. Ese, el que más te sacaba de tus casillas es el que está, el que siempre ha estado y el que aún te sigue apoyando a pesar de estar a 1000 km. Después piensas en las amigas que conociste en el último año y es que son maravillosas, joder, has tenido el placer de conocer a gente increíble en este último año, has tenido la suerte increíble de conocer a una niña maravillosa de 3 añitos que para ti siempre será como tu sobrinita porque su madre, buah... su madre es la mejor persona con la que has podido coincidir en esta vida, es hermana, es amiga, es mejor amiga, es INCREÍBLE. Y por último están los que han estado siempre, los que llevan estando años y años, vosotros sí que sois grandes. Nunca pensé que echaría tanto de menos esas tardes tan épicas en el mismo sitio de siempre, nunca pensé que lo perdería todo de la noche a la mañana y aquí estoy, escribiendo textos en tercera persona a más de 900 km solo para ver si sentís lo que yo llevo sintiendo casi dos meses, esa tremenda angustia, rabia e impotencia.