He cometido muchos errores. He llorado por quien no debía y he reído con falsas amistades. He tropezado dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría más me empujaron y caí estampada con la tercera. He perdonado mucho, hasta que me tomaron por tonta. He callado te quieros que por miedo o por inseguridad se quedaron en el aire y he regalado te quieros simplemente por cumplir. Ha habido veces que me he despertado con ganas de comerme el mundo y otras que parece que el mundo me comía a mí. He gritado con fuerza pero mi voz nunca salía. He callado verdades por no hacer daño. He salido sin ganas de fiesta y he vuelto con los tacones rotos de tanto bailar. Hay días que dormía solo para poder verte en mis sueños y días en los que no podía dormir pensando que a la mañana siguiente te tendría a mi lado. He pasado por fases. He sido una niña inmadura e insensible y he madurado a base de palos. He creído en lo imposible hasta que se destrozaron mis metas. He abrazado a la persona que pensé que nunca me haría daño y me dado cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce de mi piel. He besado con dulzura. He besado con pasión. He cantado en la ducha hasta que mi garganta no podía más. Ha habido días que me sentía preciosa y otros que no quería ni mirarme al espejo. He disfrutado de pequeños detalles. . . .Y he aprendido poco a poco en qué consiste la vida. El secreto de la vida está en no arrepentirse de nada y afrontar todo con una sonrisa. El secreto de la vida está en vivirla...Y después de saber esto es cuando reflexionas tumbado en la cama mirando a la nada si todo lo que has vivido vale la pena, Yo creo que sí. Cada momento es tiempo para aprender, aprender que antes de un llanto vino una risa, de una muerte un nacimiento, de aquellas amistades que iban a ser eternas, las fiestas y las risas, de aquellos suspensos y de aquellos aprobados, de aquellos sueños que teníamos de niños, el presente que nos hemos ganado, de las peleas, las reconciliaciones, de las canciones con las que lloramos y con las que nos quedamos sin voz un sábado por la noche .
Son momentos que en el momento no se aprecian tanto como con el paso del tiempo. Por eso no hay que dejar que un recuerdo te atormente y hay que mirar el lado positivo de las cosas, porque lo que vivimos no se va a repetir dos veces...